martes, 7 de abril de 2009

HE VISTO AL DIABLO

He visto al diablo, vestia de rojo y blanco, y de su cabeza salían dos prominencias afiladas en forma de alto gorro y detrás de éste asomaba su bífida cola colgando sobre la nuca.

El tridente lo llevaba en su mano, disimulando sus afiladas púas con un adorno en forma de espiral, y su larga vestimenta posiblemente ocultaba sus peludas patas de macho cabrío.

Lo he visto tentando a la multitud con engañosas palabras que ocultaban su intención de atraparles en sus pérfidas redes para convertirles en su particular rebaño de borregos.

Lo he visto devorando almas buenas tras someterlas previamente a humillantes promesas de sumisión y obediencia.

Lo he visto privando por su propia cuenta a pueblos enteros de los Santísimos Sacramentos que nos otorgó Jesucristo, solamente para demostrar que era una autoridad (no elegida por los cristianos ni siquiera por Dios hecho hombre, sino por los mercaderes del templo).

Lo he visto derrochando dinero ofrecido para nobles causas en favor de una defensa y misericordia que él nunca tuvo.

Lo he visto y sentido personalmente dar el beso y el abrazo de Judas.

He sentido su mirada malvada, altiva y prepotente, he notado su frío alento y he visto a su cohorte de íncubos y súcubos acercar la boca a su culo para besarlo.

No me cabe la menor duda...¡ES EL!.

Padre nuestro que estás en los cielos, ¡no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal...

AMEN!

No hay comentarios: