martes, 14 de abril de 2009

EL SUSPIRO DEL ARZOBISPO

Parece ser, según los rumores y según una noticia aparecida en el periódico IDEAL con fecha 10 de enero de 2009, que nuestro “querido” Arzobispo Javier Martínez se nos va, no sabemos si es cierto porque lleva yéndose hace la tira de tiempo pero de momento sigue ahí aferrado a su báculo, de todos modos, por si acaso, es de justicia como se hace en estas situaciones que, a modo de cordial despedida, hagamos un elogio a sus grandezas y méritos contraídos a lo largo de su paso por nuestra Archidiócesis.
*JUNIO DE 2003: Toma posesión como Arzobispo de Granada procedente de Córdoba donde había mantenido enfrentamientos polémicos con varios sectores.
*AGOSTO DE 2004: Ordena que se prohíban los coros rocieros en las bodas.
*DICIEMBRE DE 2004: Prohíbe la celebración del Certamen Internacional de Música Clásica de La Herradura en la iglesia de la localidad donde venía haciéndose desde hacía 22 años. Acabó rectificando pero el certamen acabó trasladándose al Auditorio Municipal.
*JUNIO DE 2005: Fleta 22 autobuses a Madrid para protestar en contra del proyecto de ley del matrimonio homosexual, aunque en esta ocasión participaron mas prelados españoles, un año después fue el único alto cargo de la Iglesia Católica española que se sumó a la manifestación contra las bodas gay en Madrid.
*MARZO DE 2006: Se enfrenta al Canónigo Archivero de la Catedral D. Javier Martínez Medina por la publicación de un libro en su día encargado por el anterior Arzobispo Monseñor Cañizares sobre nuestra Catedral tomando como primera medida suspender al autor de la obra “a divinis” de su ejercicio sacerdotal simplemente porque le salió de las ínfulas y le metió el báculo por donde rima alegando que si no obedecía a las órdenes superiores lo haría al látigo. El caso llega a los tribunales y el obispo es sentado en el banquillo de los acusados para responder de los delitos de calumnias, injurias, coacciones, lesiones psicológicas y contra la identidad moral. Fue juzgado por el mediático juez Torres (instructor del caso Malaya) y la sentencia quedó en una multa por algunos de los delitos y otros quedaron prescritos por el paso del tiempo (quede bien claro que la prescripcción no quita que el delito no se haya cometido), convirtiéndose de esta manera en el primer obispo declarado delincuente por la justicia ordinaria y con antecedentes penales. Cabe resaltar que en fechas anteriores al juicio, monseñor gastó de las arcas diocesanas casi 2.000 € para suplicar una clemencia y misericordia que él nunca tuvo con nadie.
*NOVIEMBRE DE 2006: Martínez llama a la “desobediencia civil” si llega a implantarse la asignatura de “Educación para la ciudadanía”.
*NOVIEMBRE DE 2006: Retira a los seminaristas de la Facultad de Teología, llevada desde siempre con gran prestigio y brillantez por los Jesuitas, al considerar que la formación que se les daba allí era contraria al actual contexto cultural conservador de la Iglesia Católica. Crea otro instituto propio que bautiza como “Lumen Gentium”, que está envuelto en intrigas pasillescas y medidas inquisitorias como la prohibición de navegar por Internet por parte de los alumnos.
*AGOSTO DE 2007: Prohíbe el culto religioso en la localidad de Albuñol, incluyendo bautizos, bodas y entierros, llegándose a dar el caso de tener que celebrar dos enlaces matrimoniales en una iglesia vecina. Cabe destacar que el día 15 del citado mes, mientras el asistía a un baño de multitudes en una vecina localidad con motivo de la coronación de una Virgen envió a sus vicarios a Albuñol con el propósito de despojar a la Iglesia del Santísimo Sacramento, que al final no consiguió gracias a la valentía y la fe de su verdadero pueblo Cristiano. Dicha prohibición vino dada por un acto de chulería y prepotencia ante la actitud de un pueblo que no pretendía otra cosa que pedirle explicaciones acerca de la destitución de un joven Párroco fiel seguidor del Evangelio de Jesucristo, motivada por presiones de una minoría conservadora y fascista del citado pueblo, que él mismo reconoció haber recibido en una posterior reunión con representantes de cristianos de la localidad manifestando que la voluntad del poder eclesiástico estaba muy por encima de sacerdotes y fieles y que sus decisiones eran irrevocables.
Eso es solamente lo que sabemos, ahora cabe preguntarnos: ¿Qué no habrá hecho sin que haya transcendido al conocimiento público?. ¿Es normal que casi 200 sacerdotes de la diócesis firmaran un manifiesto en su contra que hicieron llegar al Nuncio de Su Santidad en España?
Se rumorea que en su lugar puede sernos enviado el actual obispo de Cartagena, Monseñor Juan Antonio Roig, del que poco mas sabemos que viene también precedido por la polémica a raíz del enfrentamiento público mantenido con D. José Luis Mendoza, presidente de la Fundación San Antonio Abad y de la Universidad Católica de Murcia, acerca de la titularidad y propiedad de esta última.
El tiempo nos aclarará más cosas, pero de momento la realidad y los antecedentes solo nos dan lugar a pensar que para presidir una archidiócesis de tanta solera y prestigio como la de Granada, debe figurar la polémica en el currículum de los aspirantes.
Para terminar, y volviendo al presunto saliente, de ser verdad esta vez, bienmarchado sea, coja su caballo (a ser posible el de la fachada del Ayuntamiento, que vaya horterada también) márchese a Valladolid o a donde sea. Gracias a nosotros, los Cristianos de verdad, la hierba siempre volverá a crecer, no como en el caso de Atila, y estamos seguros de que cuando llegue al último puerto que le permita divisar la ciudad de Granada, lanzará un suspiro y llorará (porque los bellacos también tienen su corazoncito) como un perdedor lo que no supo defender como Arzobispo.
Aprovecho la ocasión para que los cartógrafos bauticen ese último puerto con el encabezamiento de este artículo: “EL SUSPIRO DEL ARZOBISPO”.

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