lunes, 9 de julio de 2012


CODICIA CALIXTINA
Siempre los libros han despertado pasión, he hablado mucho de ellos en mis artículos, por lo menos de mis propias sensaciones hacia ellos, he comentado innumerables veces que cualquier cosa que nos cuenten, se trata de algo que su escritor ha trabajado para que nos llegue un mensaje, una información, un sueño…, y que todos, absolutamente todos, los consideremos mejores o peores deben ser leídos con el máximo cariño y atención, puedan interesarnos más o menos.
Hay libros manuscritos, impresos, incunables, faxímiles, en edición de lujo, en rustica, de bolsillo, todos ellos merecen el máximo respeto, ya sea por el valor histórico, por el de su contenido, por los recuerdos que puedan traernos del momento en que  los leímos, pero todos ellos firman parte de nuestra historia, tanto de la colectiva como de la personal.
Y hoy, ¡cómo no!, toca hablar del “Códix Calistinus”, ese libro que custodiado por la Catedral de Santiago de Compostela, desapareció de su vitrina hace ya poco ms de un año y  que ha sido recuperado hace escasamente una semana.
En este artículo, me limitaré a hablar simplemente del tomo y de sus circunstancias, y dejaré aparte, y solo nombraré de pasada al electricista que lo tomó prestado, ya que a este personaje me lo reservo como parte del elenco de mi próximo libro junto a otros “malvados” que me fascina, como puedan ser el Capitán Schettino (el del Costa Concordia), el Solitario y otros héroes de esa villanía que tanto me fascina.
El susodicho Códice, reposaba tranquilamente en su vitrina expuesto a las miradas de los interesados y conocedores de su historia y significado que iban poco menos que a adorarlo, a pseudo-intelectuales que querían fotografiarse con él, o a profanos que pasaban por ahí por casualidad y les llamaba la atención lo colorido de sus letras mayúsculas a principio de capítulo (restando incluso protagonismo a la tradicional y casi obligatoria peregrinación destinada a la visita y abrazo al santo patrón de España, el que la cierra, según el guerrero grito de nuestras cruzadas tropas, y que nos bonifica con un jubileo que se traduce en perdonarnos unos cuantos siglos de purgatorio, para lavar nuestros pecadillos veniales antes de subir al paraíso).
Quizá, después de lo expuesto en el párrafo anterior debiera de rectificar lo de esa “tranquilidad”, ya que el pobre volumen no paraba de ser expuesto a las curiosas miradas y a los enfoques de cámaras y teleobjetivos, y así debió de pensar nuestro electricista, que contradiciendo su asignada tarea de ofrecer luz, decidió darle un reposo, y un tiempo de oscuridad, protegiéndolo de flashes, antorchas e iluminación directa y contínua en la majestuosa catedral, para darle un año sabático al abrigo de una humilde cochera de gente del pueblo.
Año casi exacto, que acabo con otra oleada mediática, otro repertorio de fotos, de filmaciones y de primeras páginas en los periódicos y lugar destacado en los telediarios.
Codicia Calixtina, así titulo este escrito, porque eso es lo que ha provocado la obra que nos ocupa, codicia por parte de quien se lo llevó que, sin duda más movido que por el despecho de la venganza hacia un despido laboral, fue por el dinero que le podía reportar la compra del mismo por un codicioso coleccionista de obras prohibidas.
Codicia también, política en este caso, la de D. Mariano, que ya que recién acabada la Eurocopa y con el pueblo dispuesto a pensar otra vez en la mala vida que nos está dando, necesitaba otro golpe de efecto para administrarnos ese opio del pueblo, sedante, alucinógeno y protector de sus malos momentos gástricos, para distraernos otra vez la mirada hacia otros temas que distraigan la atención de la opinión pública.
Importante, sin duda, para el presidente, ya que prefirió hacerse la foto con el deán de la catedral, libro en mano, que hacérsela junto a los damnificados por los incendios de Valencia y con los esforzados bomberos que lucharon dia y noche hasta conseguir dominar el fuego, junto a una cola de desempleados o junto a solicitantes de ayuda social en fila india esperando algún alimento que llevarse a la boca.
Claro que eso es posible que lo diga yo (que soy un mal pensado), y a lo mejor lo que ha hecho nuestro primer ministro, fiel a su política de austeridad pública es ir a recuperar el manuscrito personalmente, a pié para no gastar dinero en combustible para vehículos policiales (es posible que aconsejado por el alcalde de Albuñol, mi pueblo, que manda a la policía local a patrullar en autobús para no comprar gas-oil  para el Patrol y que como ejemplo de reducción de gastos en lugar de pagar su vado particular pone mesas-camilla viejas y cajas de fruta en la puerta de su cochera), y ya que lo ha encontrado, lo entrega personalmente marcándose un camino de Santiago andando, y así de paso hace piernas y se gana ese perdoncillo por sus pecados de favorecer al rico y pisotear al pobre, a pesar de que este año no sea Santo Compostelano.
A lo mejor con esta nueva política de austeridad, si a alguno de nosotros nos roban la cartera, el día menos pensado nos toca el timbre en persona para devolvérnosla, o si no merecemos tan alto honor (él se debe en primer lugar a la Conferencia Episcopal), nos la entrega su vicepresidenta o el mismísimo ministro del interior en un acto de rebajarse a llamar a la puerta del “enemigo”.

miércoles, 20 de junio de 2012


LA “R” Y LA “A” O VICEVERSA
Vamos a jugar a las letritas, concretamente con las que aparecen en el título del artículo, la “r” y la “a”…
No sé que paranoia me ha entrado con ellas, pero me acordaba de esa voz de mando tan militar que nos lleva a ejecutar a su sonido una orden preanunciada el famoso ¡ar!, que tanto nos suena a todos los que hemos pasado por el ejército tanto voluntaria como obligatoriamente.
Y será casualidad, o no, pero me he dado cuenta de que forma parte de los nombres de una serie de personajes, todos ellos relacionados entre sí y grandes devotos del mando y la autoridad.
En alguno de los casos ambas letras pueden ir invertidas, pero bueno, no importa, recordad lo que nos decían en la escuela en matemáticas, “el orden de los factores no altera el resultado”
Tenemos a fRAncisco fRAnco, a fRAga, a josé mARía aznAR, a mARiano RAjoy, javier ARenas,  incluso uno que la mayoría no conoceréis pero que es el alcalde de mi pueblo, juan mARía, todos ellos casualmente militantes del pARtido PopulAR (menos el pequeño general, que no dudéis que si en sus tiempo hubiera existido esta formación hubiera ocupado un lugar destacadísimo en ella) y grandes aficionados a gritar en voz alta la consigna de ¡ARriba España!.
¡Qué cosas se le ocurren a uno cuando le da por pensar!, desde luego “¡Cuándo el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo!”, y mira por donde me ha dado a mi por ello esta tarde.
Me ha dado por soñar que estoy  eliminando moscas cojoneras cuya presencia no hace más que molestarme debido a sus zumbidos y sus crueles ataques, mosquitos ávidos de mi sangre, mi sueldo y mis derechos dispuestos a alimentarse con ellos, insectos parásitos e improductivos que se alimentan a costa de los que tienen que currarse diariamente lo de buscar el pan con el sudor de su frente, abejas reina que viven para ser alimentadas por su séquito y fecundadas por sus secuaces que mueren tras el reglamentario coito, mantis religiosas que atraen a su eventual pareja con penetrantes aromas y la devoran una vez obtenida su esencia, cigarras que nos aturden con sus cantos y arrasan nuestras cosechas…
Un tanto peculiar y surrealista me ha salido el artículo de hoy, no deja de ser un sueño, pero es de las pocas cosas gratuitas que hoy en día nos podemos permitir.
Y volviendo al jueguecito de letras que nos ocupa os dejo con una  recomendación, no una orden,  visto la que está cayendo:
¡A CUBRIRSEEEEEE…………!: ¡”AR”!

martes, 19 de junio de 2012


PROFESIONALES DE LA CALLE
Sin ningún tipo de dudas  la necesidad aguza el ingenio, y prueba de ello la tenemos en estos momentos en que mucha gente esta buscando un empleo que no encuentra por ningún lado y como todo hijo de vecino tiene necesidad de llenar la olla para comer mas o menos magramente todos los días.
Cada vez son más los “gorrillas” que quieren aparcar nuestros coches, los que nos ofrecen pañuelos o limpieza de cristales en el semáforo de turno, verdaderos o falsos tullidos, enfermos, viudas, viudos, excluidos sociales. etc. etc.,  que en un cartel exponen sus miserias y demandas con el fin de ablandar nuestros corazoncitos.
Corazoncitos que cada vez laten mas desacompasadamente por nuestras propias dificultades, corazoncitos que, sin dejar de tener su pulso compasivo y solidario desearían echar una mano a todo el mundo pero que materialmente no pueden.
Pero siempre hay alguien que de una manera especial nos hace llegar su petición de una manera inteligente, que sabe intercambiar con nosotros alguna habilidad propia que sea capaz de arrancarnos una sonrisa, sorprendernos o incluso hacer que olvidemos aunque sea brevemente cualquier turbulencia que en esos momentos pase por nuestra cabeza.
Me refiero a la figura del artista callejero, ese bohemio que tiene un peculiar punto de vista sobre cómo quiere enfocar su vida, y como tal artista que merece que le llamemos y consideremos, emplea su talento para llamar nuestra atención.
Muchos son los que pueden tacharles de vagos, improductivos para la sociedad o simplemente esa expresión tan común como “buscavidas”.
Pero, ¿Qué es lo que estamos haciendo cotidianamente los ciudadanos “corrientes”?, pues eso, buscándonos la vida lo mejor que podemos o sabemos, unos de manera autónoma, otros por cuenta ajena, unos con más suerte pudiendo trabajar en aquello que nos gusta, otros con menos fortuna haciendo aquello que no hay más remedio.
Cada actividad tiene su valor, simplemente hay que saber encontrarlo, por ejemplo..¿seríamos capaces y tendríamos el valor de convertirnos en estatuas urbanas (algunas de ellas verdaderas obras de arte) y aguantar horas de inmovilidad, sonrisas sarcásticas y comentarios burlescos?, ¿seríamos capaces de, sabiendo tocar un instrumento hacerlo en plena vía publica para dar un respiro musical a los viandantes?, ¿nos atreveríamos a ofrecer pañuelos y ambientadores en un semáforo en rojo ataviados con un llamativo disfraz que aunque fuera por unos breves segundos arrancara una breve sonrisa al agresivo conductor?
Todo tiene su esfuerzo, sus agallas, su creatividad, lo que pasa es que los que estamos encorsetados en una sociedad cuadriculada y de rígidos valores, encasillamos en la marginalidad todo aquello que rompe nuestros esquemas tradicionales aunque más de uno, dentro, muy dentro de sí mismo cambiaria muchas cosas por ese toque bohemio, mal considerado por las normas vigentes pero tan ansiado secretamente.
Recuerdo, para terminar, algo que me ha inspirado a escribir este artículo, me remonto a unos días de navidad de hace unos seis años en Granada, Plaza Bib Rambla, un muchacho joven, malabarista, medio mago, gran comunicador, hizo que mi familia como otras muchas nos paráramos a ver su espectáculo, por mi parte con cierto excepticismo, pero su arte y buen hacer hizo que me quedara entusiasmado con su actuación, y lo que más me gusto de ella fue al final, a la hora de “pasar el sombrero”, cuando dejo bien claro que el no era ni un mendigo ni un indigente, que era un artista, y que cada uno valorara económicamente su actuación conforme a sus méritos, que nadie considerara su estipendio como una limosna sino como el pago de una entrada a un espectáculo.
Eso hizo que cambiara mi punto de vista hacia esos trabajadores de la calle y espero que a mas de uno de los presentes también, y me gustaría que así fuera con alguno de mis lectores…

jueves, 14 de junio de 2012


UN PRINCIPE LABORAL
He leído esta mañana en el periódico dos noticias que, sumadas a las otras muchas que me interesan de verdad, no sé si deben inquietarme, preocuparme o emocionar mi corazoncito solidario.
La primera es que este año la familia real va a pasar sus vacaciones en Palma de Mallorca sin poderse hacer la foto oficial con Urdangarín y sra., ya que, por lo visto,  bastante la han tenido que visitar por asuntos judiciales que no vienen a cuento en este artículo y han quedado un poco hartos de esa hermosa ciudad.
La segunda es que el niño, Don Felipe va a tener el solidario detalle de no participar en sus habituales regatas que se celebran en el mes de julio ya que es un mes laborable.
¡Encomiable decisión!, efectivamente, julio es un mes laborable, como son todos los del año, pero no laboral en el amplio sentido de la palabra para los que siguen en esas fechas ocupando su lugar en la cola de la oficina de empleo, es laborable porque puede laborarlo quien tiene la fortuna de tener un empleo y laboral porque la Constitución ampara el derecho al trabajo sea el mes que sea.
En julio, agosto, y setiembre, no todos los españoles estamos de vacaciones, ni todos por desgracia trabajándolos, en los meses de verano mucha gente aprovecha para poder beneficiarse de un dinero obtenido gracias al sector turístico y las oportunidades que este ofrece ocupacionalmente.
Otra limpieza de fachada de los que habitan el palacio de la zarzuela, otro gesto de sus ganas de demostrar que quiere equipararse al pueblo llano, a los españoles de a pie, a los currantes de verdad, otra manera de querer introducirse con calzador de plata entre la verdadera ciudadanía, la que sufre, la que lucha, la que oposita, la que tiene que defender su lugar en la sociedad diariamente.
¿Qué nos importa a nosotros que un privilegiado no participe en unas regatas, que su esposa compre en Decathlon o que tengan gestos estudiados por su correspondiente gabinete para que los veamos normales como nosotros?
¿Es que nuestros hijos van a hacer tres o cuatro carreas en cuatro años, nuestros militares de base y academia se van a llenar el pecho de medallas caídas del cielo?, ¿Es que nuestros hogares van a tener un presupuesto asignado para los gastos propios y encima cuando vayamos a comprar nos regalen los más exquisitos productos?.
¿Vamos a tener cada ciudadano una escolta para nuestra seguridad en un país cada vez menos seguro?, ¿Vamos a tener salvaguardada nuestra intimidad cuando cada vez estamos mas controlados?
¿Van a reir nuestras escasas gracias cuando no las tenemos?, ¿Van a aplaudirnos cosas que son cotidianas de cualquiera solo porque nosotros las hagamos?
Nacer con la flor en el culo no es un merito, es un regalo sobre todo en tiempos en los que ni siquiera venimos con un pan debajo del brazo, es un agravio hacia los demás, es un no salir de viejos tiempos que tendrían que estar ya olvidados o formando parte de la biblioteca de la historia.
Alteza: déjese ya de golpes de efecto de cara a la galería, vaya a navegar cuando quiera, vaya si le apetece a cazar con su padre, viva su vida que nosotros se la costearemos, no con agrado, sino porque no nos queda otra, pero viva su vida y déjenos vivir la nuestra y no ocupe espacios informativos con sus asuntos personales que pueden ser destinados a otros que realmente nos interesan.
Si quiere tener un gesto, haga su vida como cualquier ciudadano, gánese un empleo (que no dudo que esté capacitado para hacerlo), manténgalo y entonces por lo menos por la parte que a mí me corresponde recibirá mi reconocimiento a sus meritos.
Déjenos a nosotros con nuestras propias herencias, más alegres o más tristes, pero que son las que tenemos y las que echamos p’alante.
Y si, me puede decir que no tiene intimidad, que cada vez que sale a la calle tiene que montar una parafernalia y que es punto de mira de mucha gente, puede incluso presentar esa situación como molesta para Vd., pero si no le gusta, no se preocupe, siempre esta a tiempo de retirarse, y en el tema económico no tiene porque tener preocupaciones, siempre quedará la sempiterna revista “HOLA” que gustosamente ofrecerá sus exclusivas y como tengo entendido las pagará generosamente

martes, 12 de junio de 2012


GABINETE DE ESTETICA
Eufórico y contento se fue D. Mariano a ver el partido de la selección, fue como dijo ante las cámaras, unas horas antes, un día glorioso para España, un día de júbilo para la Europa de la zona Euro, un glorioso alzamiento nacional promovido por las gentes de su partido, que dando fe de su patriotismo propio de nuestra tierra de quijotes y cruzadas supieron colocar una pica, si no esta vez en Flandes, si en Bruselas, dando fuertes puñetazos en la mesa, haciendo ostentación de nuestra credibilidad, fortaleza y valores patrios salvaron la sagrada causa del Euro.
¡Honor y Gloria a nuestros próceres! Ya que ellos han conseguido, según nos han contado, la nada despreciable cifra de cien mil millones de euros a modo de premio gordo de la lotería que no nos va a costar ninguna contrapartida a los ciudadanos ni ninguna intervención de los ávidos mercaderes, que al final no han resultado tales, sino almas caritativas dispuestos a echar unas manos a unos colegas.
¡Todo sea por la banca!, todo sea porque los perros rabiosos a los que tanto tememos como son los mercados, no nos muerdan, ofrezcámosles comida en lugar de resistencia, abrámosles las puertas de nuestras casas y las de nuestras despensas , para que coman, para que así mientras tengan el hocico en el plato no se dediquen a ladrar amenazadoramente en el umbral de nuestro hogar, para que no meen en nuestros muros para marcar su terreno.
Mariano, ¡Cómo has cambiado desde que te has asegurado unas líneas  en los libros de historia como presidente del gobierno de España!, Te ha costado, la verdad, has estado a punto de no conseguirlo, pero bueno, los vientos se tornaron favorables a tus ambiciones, sin costarte ningún esfuerzo, aprovechándote del desgaste de los demás, de una carga (¡ya te llegarán!) que favoreció sin que tú ni siquiera tuvieras que pensar demasiado para llevar a cabo tu ataque feroz, solamente aprovechar las circunstancias, ya que te encontraste, sin soltar tu puro de las manos, sin costarte ningún trabajo (todos sabemos lo poco adicto a esta disciplina que eres), habitando en el Palacio de la Moncloa para tranquilidad de tu rebaño, y para decepción de los que merecen un bienestar social, una calidad de vida y unos derechos y servicios  que costaron siglos conquistar.
¿Recuerdas? (yo si) cuando estabas en la oposición y decías que ibas a hacer un gobierno en la sombra (esa sombra y oscuridad que tanto os complace a ti y a los tuyos), y decías que por aquellos entonces España estaba intervenida y que vuestro partido tenía un proyecto para que no llegáramos a esos extremos (por cierto, proyecto que no vimos ni entonces, ni en la campaña electoral ni ahora…)
¿Recuerdas cuantas veces has dicho que España no necesitaba de ningún rescate ni duro ni blando?
¿Recuerdas que no hace ni una semana decías que de entrada no hacia ninguna falta apoyo de la zona Euro hacia nuestros sagrados bancos y que la última palabra la teníais vosotros?
Buscasteis  chapuceros métodos de ingeniería financiera para intentar maquillar lo que se avecinaba cuando salió la la luz el bloof de Bankia, y al final lo que tenía que ser, bajada de calzoncillos explicaciones veladas por parte de gente de tu gabinete, y, siguiendo con el maquillaje  para disimular en momentos difíciles tu asistencia al partido de la Eurocopa cual si de caceria real en Botswana se tratase, comparecencia breve, fugaz, ante los medios para como en los viejos tiempos, arengar a las multitudes, evitando decir ese “lo siento, no volveré a hacerlo” que tan reciente tenemos, poner a nuestra nación como faro de occidente e intentar darnos una tranquilidad que no sois capaces de ofrecernos con vuestros métodos e ideología.
Aunque me repita, maquillaje, puro maquillaje, estilismo, cosmética política para tapar unas cicatrices que más que disimulo necesitarían de un buen y cualificado equipo de cirujanos plásticos que no se encargara de taparlas y ponerles paños calientes, sino de curarlas de verdad de modo que no volvieran a rebrotar.
Y no nos cabe la menor duda, esos salvadores no sois vosotros, porque además de no evitar el peligro de esas heridas que estamos sufriendo, no sois capaces de enfrentaros a quienes nos las provocan.  

lunes, 11 de junio de 2012


ESPAÑA, PARAISO FISCAL
No dejan de sorprenderme los de este gobierno con sus reformas y medidas para inyectar dinero en las cuentas corrientes de los bancos, una más  de  las muchas que nos esperan es la “amnistía fiscal” que se acaban de sacar de la manga.
A saber, cualquier ciudadano que tenga dinero negro escondido debajo de la baldosa, sea cual sea su origen y procedencia, sea legal o no de donde haya salido, puede regularizarlo tranquilamente sin despeinarse simplemente declarando la cantidad que van a ingresar en una cuenta bancaria y abonando el 10% a los hermanos de la caridad de hacienda, cual tres correspondientes avesmarias tras la confesión de un pecado…
Barato les sale a los defraudadores, ¡si señor!, ¡nada menos que un 10% por capital escondido al tesoro publico!, cuando los honrados ciudadanos de a pie estamos pagando por la mierda de nomina que nos pagan alrededor de 14% de IRPF, cuando las humildes compras que hacemos y podemos permitirnos son gravadas en su mayoría con un 18% de IVA, cuando los sufridos y nunca suficientemente criticados empleados públicos hemos tenido que soportar anteriormente una reducción de un 5% de nuestros mileuristas nóminas y los de AndalucÍa en concreto estamos esperando otro 5% más de penalización por nuestros servicios al ciudadano.
Tampoco andan alegres los funcionarios catalanes, madrileños y de otras comunidades gobernadas por la derecha que ven día tras día mordidos sus magros salarios y sus pagas extraordinarias, estas últimas una de las pocas alegrías que quedaban en la casa del pobre.
Nos están demostrando que se trata con más cariño e indulgencia, al estafador, al traficante, al que se pasa por el forro de los cojones las leyes fiscales que al humilde que no comete mas pecado que pagar sus facturas, madrugar para ir al trabajo, permitirse un pequeño capricho de vez en cuando y que tiene que quedarse, como siempre con la cara de tonto cuando percibe que el que cotidianamente le sodomiza, le está pidiendo ya besos en la boca.
Nos cuentan los expertos, que esta amnistía permitirá que afloren unos tres mil millones de euros, lo cual según mis modestos conocimientos de matemáticas me dan 300 para el tesoro público (pura calderilla que no lleva a ninguna parte), además, como todos sabemos, la ingeniería financiera buscara los mil y un trucos y artimañas para que aparezcan las indispensables cantidades para circular por el país, porque nadie que tenga el dinero depositado en uno de los muchos paraísos fiscales que existen por ahí va a ser tan tonto y tan inocente como para declararlo entero en plena voracidad depredadora de los mercados.
Y hablando de paraísos fiscales…¿es que esta medida del gobierno popular, de alguna manera no esta convirtiendo a este reino en uno de ellos? Porque solo falta anunciar a bombo y platillo a los narcos, a los atracadores, a los tratantes de blancas que vengan a disfrutar del sol, de la paella, del gazpachito y el pescaíto mientras por el módico precio de un 10%´les lavamos la camisa, los calzoncillo y los millones.
¡Con lo fácil que sería, a mi modesto entender y a pesar de mi ignorancia financiera, cambiar de la noche a la mañana los colores de los billetes, sobre todo los grandes, dar un plazo para cambiarlos (no demasiado largo) para que el que los tuviera escondidos no tuviera mas remedio que sacarlos a la luz!
A lo mejor es una propuesta tonta, pero creo yo que sera muy efectiva y nada cara, pues de todos es sabido que las fabricas de moneda y timbre están fabricando todos los días para reponer billetes deteriorados, solo sería cuestión de llenar el depósito con otra tinta y ¡adelante!, y así de esta manera, sutil, eficaz y drástica no se nos quedaría a los ciudadanos de a pié esa cara de tontos que tan acostumbrados estamos a poner y nos correría menos mala leche por el cuerpo.

sábado, 9 de junio de 2012


EL CARNET DE CIUDADANO.
En esta vida hay carnets para todo, el de identidad, el de conducir, el de socio de tu equipo de fútbol, el del sindicato, el de manipulador de alimentos,  etc… etc…
Todos ellos nos acreditan algo, nuestros datos, nuestras simpatías y afinidades, nuestra capacidad para poder practicar o ejercer cualquier función o empleo
Pero hay uno que quizá echo de menos, que es el del título del artículo, el de ciudadano, un carnet que acreditara que tenemos unas condiciones para convivir en sociedad, algo que no necesariamente quisiera decir que somos ejemplares sino simplemente que estamos capacitados, que tenemos el suficiente sentido común para convivir con la demás gente que nos rodea.
Carnet complementario a todos los demás, que por ejemplo, acredite que aparte de conducir un vehículo y conocer una serie de normas, somos capaces de acatarlas, y que aparte de correr más que nadie, tomar las curvas con más velocidad que el prójimo o adelantar a todo aquel que tengamos delante, tenemos las suficiente luces para saber que podemos molestar cuando aparcamos en doble fila, que cuando dejamos el vehículo no vamos a entorpecer el paso de otro, que vamos a permitir que los peatones puedan andar tranquilamente por la acera en línea recta sin encontrarse con nuestro peaso de carro entorpeciendo su legitima zona para transitar.
Carnet, que demuestre que tiramos la basura a las horas correctas, que indique que somos capaces de levantar la tapa del contenedor  para echar la bolsa dentro, que somos capaces de entender que eso, que cuando decimos la bolsa es porque no pueden ir nuestros residuos sin ella.
Documento que nos identifique como vecinos que sabemos respetar el descanso de los demás en horas lógicas de dialogo, descanso o sueño, que en vez de ser espías traicioneros que criticamos a espaldas de los demás cosas que vemos y no decimos a la cara seamos participes de soluciones constructivas en la zona en la cual por circunstancias nos ha tocado convivir.
Identificación que nos avale como respetuosos con el medio ambiente, tomandonos la “molestia” de reciclar todo aquello que generamos, que sabemos respetar las zonas comunes, que somos sensibles a los males ajenos…
Este carnet además tendría la peculiaridad de no expedirse en comisarías, direcciones generales, empresas o clubes, sería el carnet de la honradez, del pensar en los demás, de la capacidad de vivir en sociedad…,  el único que, en conciencia podría librarse uno mismo y sin necesidad de mostrarlo en ninguna parte ni a requerimiento de nadie, algo tan personal como unos nombres y apellidos de los que sentirse orgullosos y simplemente renovarlo diariamente tras un autoexamen de conciencia al acostarse para poder volver a lucirlo al día siguiente por la mañana en el espíritu propio y particular de cada uno.