SOR MARIA & CIA….
La punta del iceberg se asoma por
esos mares revueltos contaminados por basura de tiempos pasados, por océanos de
ignorancia, de miseria, de indignidad y de sinrazón…
Mucho se está hablando estos días
en todos los medios de esos casos de niños robados de sus cunas, arrancados de
las entrañas de sus madres con engaños y malas artes para que, apelando al
bienestar de esos bebes, lo único que se hacía era proporcionar “hijos” a familias
con posibles a las cuales la naturaleza les había negado el don de procrear y
concebir y acudían a supermercados negros para adquirir con dinero aquello que
deseaban.
Madres jóvenes, con poca cultura,
sin marido, a las que amparándose en un poder que les otorgaban sus hábitos, su
presunta debida reverencia y obligado respeto, mujeres religiosas colocadas en
puestos estratégicos en maternidades, disfrazadas de asistentas sociales hacían
prevalecer sus criterios y prebendas a la hora de decidir a quien correspondía
asignar la recién nacida criatura.
Siempre bajo amenazas, bajo
presiones, amparándose en aquella ley que castigaba a la mujer adultera y a
cambio de unas escasas monedas le quitaban aquello que había crecido en su
cuerpo con dolor, sacrificio y sentimientos para uso y disfrute de quien no
había tenido nada que ver con ese proceso natural y empleaban el poder material
para conseguirlo.
Poco importaba el futuro de la
desdichada madre (había que quitarla de en medio cuanto antes), menos interesaban
las posibles dudas de esa criatura cuando creciera y acabara enterándose de que
había sido entregada en adopción, solo prevalecía el ansia de poseer sin
importar las consecuencias.
Ahora están saliendo muchos casos
a la luz, los tiempos han cambiado, ahora se investiga, se admiten querellas a
trámite, se recupera documentación oculta enterrada en siniestros cajones.
En algún caso se han podido
reunir padres e hijos biológicos, se han podido conocer, pero ¿para que?...
Porque no es fácil que alguien
que se ha criado en una familia en la que haya tenido un ambiente mas o menos
normal descubra que tiene unos progenitores naturales que en ningún momento le
abandonaron, que a pesar de que se han acostumbrado a querer a unos padres que
les han criado, tiene a otros que también hubieran querido hacerlo pero que no
pudieron.
¿Como deben de sentirse esos
padres y progenitores cuando ven a esos hijos navegando entre dos aguas sin
saber cómo reaccionar?.
Por una parte, sin duda alguna,
estar agradecidos por todo lo que han recibido, hogar, alimento, educación…,
pero por otra, confusión al saber que las cosas no se han hecho bien, que han
sido comprados, que su carne ha sido puesta en venta y tasada por un precio.
Al haber documentación, siempre
se puede hablar de legalidad, pero ¿es legal la coacción, la mentira, el
engaño, la compraventa?
La adopción tiene unos trámites
legales que son largos, costosos, desesperantes cuando se hace como la ley
manda, si estos no se cumplen esa legalidad no existe, y quien actúa fuera de
ella es un delincuente y, como tal debe ser castigado por la justicia.
¿Quién sale perjudicado?, los
hijos por supuesto, ya que esta circunstancia les ha de dejar marcados de por
vida por mucho que opten por un camino u otro.
De momento la única imputada es
esa tal SOR MARIA, esa que ha salido en las noticias con cara compungida,
escudada tras una coraza de delicado estado de salud, cabizbaja e intentando
ocultar su rostro de facciones duras, como las de los antiguos tiempos de la
España negra, una cara que si la miramos y hacemos valer aquello de que es el
espejo del alma, casi casi no nos inspira la mas mínima indulgencia.
Empezamos a saber cosas de ella,
de sus orígenes, de su carácter, y poco a poco todo va cuadrando, y nos viene a
la cabeza (a los que somos de mi edad) como eran aquellos tiempos de
esplendor de las congregaciones
religiosas, a las que había que acatar sus designios so pena de al contrario
arder en las llamas del infierno, tiempos en que por el solo hecho de lucir un
habito ya presuponía merecer un respeto sin ninguna necesidad de ganárselo, que
ese habito quizá no hacia al monje pero causaba mas efecto que los galones de
un general.
Y no hay que ir tan atrás, todos
vemos dia a dia casos que escapan a nuestra comprensión, como los que hacen
ostentación de riquezas, de soberbia, de avaricia, de prevaricación, y casos
particulares e incomprensibles como el de una religiosa que ahora anda por una
ciudad de Jaén con dos hijas adoptivas.
¡Cuánto daño han hecho a la
sociedad los crucifijos y las sotanas!, ¡Cuánto han abusado de la ignorancia y
la falta de cultura!, ¡Cuántos pecados y delitos no ha ocultado una absolución
obtenida a cambio de un donativo en el cepillo!.
Los tiempos deberían de cambiar,
todos tenemos ojos y oídos y sabemos de cosas que pasan, pero todavía no
entiendo como existe el puñetero temor de sacarlo a la luz publica, la jodida
cobardía de no rebelarse contra ello, pero nada, seguimos haciendo como los
tres monos del oír, ver y callar y así nos luce el pelo, dando una imagen de
católicos ejemplares, defendiendo a nuestros pastores corruptos e indignos y
dándonos golpes de pecho el domingo en el templo.
Todo ello para que nos vean como
ciudadanos ejemplares, personas de fe y buena gente, cuidándonos mucho de criticar
y denunciar situaciones por aquello del “qué dirán”.
Quiero matizar que no todos son
iguales, hay verdaderos vocacionales que obran en conciencia, que entregan su
vida por verdadera fe, lo que pasa es que ellos no hacen ruido, llevan su
apostolado con discreción y verdadera profesionalidad, y a los que los más
ortodoxos ni entienden ni les interesa hacerlo, pero hay otros, los que hacen ruido, los mediáticos,
los “super stars “ que mal ejemplo nos pueden dar, y en cambio son a los que
más se acata y venera.