EL JAMON DE LOS CHINOS.
Antes los que tenían fama de
copiarlo todo, de andar por ahí con las cámaras de fotos retratando todo lo que
veian, desde obras de arte hasta coches incluyendo motivos folclóricos, ropa
etc. etc. eran los japoneses que bien en
viajes de grupo organizados o bien de manera individual daban la nota por todos
los rincones por donde estaban, que eran muchos, demasiados diría yo que hasta
temia que en el momento menos pensado
estuviera comendo sopa y apareciera de repente emergiendo del plato un
nipon dispuesto a retratarme…
Ahora parece que se han calmado
un poco y bien sea porque han
desarrollado su propia tecnología o porque les ha pasado la fiebre del plagio
ya no dan tanto el cante y casi pasan desapercibidos en medio de los
innumerables turistas guiris o nacionales que se distraen dándole al botoncito
de la cámara o del móvil.
Ahora resulta que los copiones
son sus vecinos, los chinos, que además de invadirnos con sus restaurantes y
bazares, se llevan para su país todo lo que les gusta del nuestro, y aunque
tengan fama de dejarse enredar como tales, tontos no son, porque se vuelven
locos por nuestro aceite, nuestros vinos y últimamente hasta por nuestro jamon.
Porque si señores, ahora se están
dedicando a la industria porcina, han probado el jamon, parece que les ha
gustado (a unos cuantos paladares selectos porque dicen que a la mayoría, el
que se produce en su tierra les parece salado y demasiado fresco) y se están
dedicando a la cria del marrano.
Como se ve que no son grandes
productores de bellota, han creado un pienso que dicen que se le parece y con
esto los engordan, y para mas inri, como son muy suyos, lo venden a los
paladares mas selectos del país al nada despreciable precio de 1.800 euros el
kilo, porque dicen que si lo vendieran barato no seria considerado un manjar
exquisito y caería en la vulgaridad, una practica comercial digna a tener en
cuenta, si señor…
Como no tienen cortadores de
jamon de la talla y categoría de los nuestros, están adiestrando a los
cortadores de pato lacado (que se sirve también en finas lonchas) para tal
menester, pero según he visto por la tele, de momento con no demasiado éxito
porque las piezas cortadas que enseñaban en lugar de estar cortadas perfectamente
como una tabla parecían verdaderas montañas rusas, además las lonchas mas que
tales, parecían tacos para hacerlos con habitas o guisantes…
Y lo peor de todo, la
presentación, pues con un toque muy del país venían en platos con verduritas y
algas de las suyas debajo y con unas bolitas de zanahoria (si por lo menos
fueran de melón tendría un pase)
Y para rematar, lo mas de lo
mas…., ¡se lo comen con palillos!!!, hombres de dios (o de buda), el jamon se
come de toda la vida con los dedos, pringándoselos del aceite del tocinillo, y
si es menester chupándolos después, o como mucho si no es con los dátiles en
medio de un bocadillo de pan con tomate.
En fin, que podrán criar los
marranos, sacarles los jamones, comérselos,
pero como el jamon de aquí, criado aquí, con el cerdo engordado aquí….
Nada de nada, a cada uno lo suyo y del lugar que corresponda….
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