CUESTIONES DE CONFIANZA
Como todo el mundo ha visto en
los telediarios, oído por la radio y leído en la prensa, amén de los
comentarios de calle, hay una fuerte crisis en BANKIA, cuyas consecuencias han
sido la fuerte bajada de la entidad en bolsa y por lógica, la sensación de
temor por parte de aquellos que les
tienen sus ahorros confiados y ven peligrar su integridad.
Su anterior presidente, Rodrigo
Rato, cual capitán de crucero encallado ha abandonado el barco antes
que las ratas, cosa por otra parte que no me sorprende en absoluto, pues este
señor ya dejo la gerencia del Fondo Monetario Internacional en plena eclosión
de la crisis que todavía seguimos arrastrando, además reconociendo que no fue
capaz de prever la que se nos venía encima (o sea que otro de los que siempre
ocupan cargos de elevadísima responsabilidad y la cosa se les vuelve rana, no
sé si por gafe o por no tan competente como nos quieren hacer creer) .
Para tranquilizar a la ciudadanía
en general y a los clientes en particular, desde el gobierno se están mandando
mensajes de tranquilidad diciendo que no debe haber temor ninguno, que los
ahorros están garantizados, incluso el propio ministro de hacienda (como pudo
verse por televisión) tranquiliza a pie de calle a los ciudadanos que le
preguntan.
Los primeros momentos, cuando
salto la noticia, provocaron un espectacular desplome en la bolsa que hacía
temer lo peor, luego poco a poco recuperación, lenta y sin llegar en estos
momentos a su anterior valor, pero restableciéndose lentamente para respiro de más de uno.
Cierto es que el gobierno va a
inyectar dinero en este grupo bancario para reforzar su solvencia (y sobre lo
que pienso al respecto no voy a opinar en este articulo porque lo he hecho en
anteriores y lo seguiré haciendo en posteriores, pero ahora no es el tema que
quiero tratar), y eso ayuda a tranquilizar el horizonte, pero hay otra cosa que
aporta más, que son los mensajes de tranquilidad.
Cuando algo va mal, cuando no lo
vemos nada claro, cuando tememos que algo vaya a romperse, necesitamos que
alguien nos hable, que nos haga ver que hay una puerta de salida, una luz al
final del túnel, algo que nos haga seguir estando tranquilos dentro de la
incertidumbre, que nos digan que no hay nada que no pueda resolverse, que nada
va a hundirse, solo así se mantiene la esperanza que, aparte de ser lo ultimo
que se pierde según dicen, es lo único que nos queda a los pobres para seguir
tirando para adelante.
Lo que menos se necesitan ahora
son agoreros, malos farios, cenizos que nos digan que el mundo se acaba, que
esto se hunde y que no hay vuelta atrás, entonces es cuando todo se paraliza,
cuando no se avanza y cuando se pierde la ilusión por todo…
El actual gobierno, respecto al
tema que nos ocupa, esta dando un mensaje de los primeros, de esperanza, de fe,
de tranquilidad a quien teme por su dinero, y eso es positivo, eso hara que la
gente no huya en desbandada y la cosa acabe normalizándose de alguna manera o
de otra.
Pero este actual gobierno, cuando
empezaron los síntomas de la pésima situación que estamos viviendo, actuaron de
la segunda manera, generando desconfianza, metiendo miedo, poniendo palos en
las ruedas de la carreta que intentaba avanzar por el camino embarrado hacia el
futuro. Demostrando una absoluta deslealtad hacia la situación del país, y todo
ello con fines clara y descaradamente egoístas, electoralistas, porque veian
que se le estaba pasando el arroz a Mariano y se le escapaba la oportunidad de
aparecer en los libros de historia como presidente del gobierno de España.
Con esos intereses particulares,
si bien es verdad que consiguieron desgastar al anterior gobierno (como si no
le desgataran ya por si solas las circunstancias) también colaboraron a que la situación
crítica fuera a mas, porque pusieron nubarrones en donde aparecia algún pequeño
rayo de sol, tapiaron toda rendija por donde quería entrar un soplo de aire
fresco, y apagaron toda luz que dejaba entrever algo de claridad.
Es decir, sacaron rentabilidad de
esta crisis a su manera, supieron aprovechar una situación que ellos mismos
provocaron (porque a ver, ¿a quién votan los especuladores, a la derecha o a la
izquierda?) no les dio la gana de aportar nada cuando decían que tenían la solución
y ahora le echan la culpa a la tan traída y llevada “herencia” que no es otra
que la suya propia.
Solamente por no haber tenido en
su momento una actitud ante la crisis como lo están haciendo con BANKIA, les
desautoriza a criticar difíciles y comprometidas gestiones de gobiernos anteriores
y les convierte en cómplices de primerísimo grado de la desastrosa situación económica
que estamos atravesando.
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