lunes, 1 de febrero de 2010

MARTA DEL CASTILLO

(Del programa 22.01.10)
Se ha cumplido ya un año de la doble desaparición de la niña sevillana Marta del Castillo, y digo doble porque además de que la pobre chica ya no está fisicamente entre nosotros todavía no hay ni rastro de su cuerpo al que poder dar piadosa sepultura para que de una vez por todas pueda descansar en paz.
La familia sigue en su, aunque compartido, particular calvario ya que están destrozados, sin ella sin noticias de su desafortunado paradero y el proceso dando vueltas y mas vueltas de un lado para otro. Para colmo, de los, en principio cinco imputados, cuatro ya están gozando de libertad y sólo queda uno en la cárcel, el asesino confeso Miguel Carcaño.
Y esperemos que siga y se pudra ahí , no vaya a ser que salga por ahí algún avispado picapleitos y se saque de la manga algun atenuante o coartada de última hora y le abran la jaula también o cuando se celebre el juicio (¡joder, que macabro resulta lo de celebración en estos casos!) no aparece alguna salida por peteneras con alguna maniobra extraña y la cosa queda en un simbólico tirón de orejas.
¿Cuando, como hemos dicho, va a poder descansar Marta en paz?, ¿Cuando la pobre familia a la que se ha, en primer lugar mutilado un ser querido y posteriormente se ha atosigado con hipótesis, falsos testimonios, mentiras y subterfugios respecto al lugar donde se deshicieron de su cadáver?.
¡Ya está bien de torturas morales y de aplicaciones demasiado benévolas del Código Penal, porque lo único claro de éste caso es que hay una trama de ambustes y contradicciones que parece mentira que a las alturas en las que nos encontramos todavía no hayan podido resolverse.
Parece mentira que la gente tan joven como son los implicados hayan conseguido mantener esa sangre fría y poca vergüenza para ir engañando a diestro y siniestro ocasionando costosísimos gastos a nivel humano y económico (se comenta que en la actualidad se llevan gastados del orden de los 200.000 € a cargo de las arcas públicas), que pasado un año no han conducido absolutamente a nada.
De acuerdo estamos en que l a leydebe ser rígida por un lado y flexible por otro teniendo en cuenta diversas circunstancias agravantes o atenuentes según pese su incidencia en el caso, pero creo tambien que, a su vez, en un caso así deberían contemplarse las acciones a seguir de acuerdo con los resultados obtenidos en las investigaciones, es decir, de acuerdo que el Código establece una serie de tiempos máximos y mínimos de privación de libertad, pero en casos así debiera estar permitido decir: ¡Hasta que no aparezca el cadáver, de aquí no sale ni Dios!.
Porque es muy violento, socialmente hablando que mientras se ha segado una vida con mucho tiempo por delante, responsables directos, colaboradores y encubridores se paseen por la calle tan tranquila y alegremente, durmiendo en sus camas, divirtiéndose, yendo de fiesta y encima cachondeándose, vacilando y pavoneándose y que posiblemente (no me extrañaría en absoluto) pasado el tiempo lleguen a sacar beneficios como protagonistas de algun morboso best-seller o a colaborar en el guión de alguna macabra película que podría escribir algún oportunista autor titulándolo algo así como "Así maté y escondí el cadáver de Marta del Castillo".
Si algún día esto sucediera, tan manchadas las manos de sangre tendrían los implicados, el autor e incluso los mismos lectores que permitieran que se convirtiera en negocio tan repugnante acto.

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