¡CARNAVAL, CARNAVAL!

(Programa 29.01.10)
Ya va siendo hora de empezar a tocar el tema de los Carnavales, porque ya están ahí a la vuelta de la esquina. Un año mas se van acercando y ya están unos pensando y los mas previsores preparando sus temas y confeccionando sus disfraces para vivir unas jornadas festivas y alegres que siempre y, estos últimos dos años, merecemos mas que nunca para tomar un poco de aire.
Este acontecimiento es realmente interesante en todos los sentidos, permite desarrollar la creatividad de la gente que, ya individualmente o en grupo hace gala de su arte e imaginación, de su alegría y sus ganas de vivir y, ¿Por que no? de su valentía para caracterizarse de algún que otro personaje y escenificar, cantar y contar cosas.
Afortunadamente año tras año, se consolida, si cabe, cada vez mas, cala mas hondo y ha conseguido por méritos propios ser una de esas manifestaciones culturales de la gente del pueblo, sin distinguir clases ni poder adquisitivo, que no acaban acumulando polvo en el fondo del baúl de los recuerdos (si os creias que ahora iba a decir: ¡uh uh uh!, os vais a quedar con las ganas porque lo dejo entre paréntesis y es como si ni siquiera lo hubiera escrito) .
El Carnaval es arte, estética, imaginación (la que nunca debe dejar de estar en el poder), es válvula de escape, medicina popular y patrimonio de la humanidad de pleno derecho.
Blancanieves se disfraza de bruja malvada, el bombero de pirómano, el macho ibérico de princesita de cuento de hadas y el cordero de lobo feroz.
¿Y el lobo?: el lobo como va vestido todo el año con piel de cordero, en estas fechas se la quita y critica a los demás por su frivolidad y poca seriedad. Huye, desaparece y, si no participa no es porque en el fondo no le apetezca, es porque pueden salir cosas dichas con mucha finura y sutileza que pueden hacer saltarle los colores.
El lobo espera acechante a la cuaresma para volver a resurgir, a mostrar publicamente que en esos austeros dias no comerá carne (eso sí, degustará finos mariscos y salvajes pescados en sus privados y oscuros aposentos), se flagelará publicamente para aparentar penitencia y austeridad ante los que por principios las ejercen discretamente todo el año y, si a el a los cinco lobitos y a la loba que los parió no se les ve es porque se van de vacaciones a reflexionar en algun paradisíaco rincón apartados de la mundana chusma, que para eso han nacido lobos, los borregos que miren y se jodan.