GABINETE DE ESTETICA
Eufórico y contento se fue D. Mariano a ver el partido de la
selección, fue como dijo ante las cámaras, unas horas antes, un día glorioso
para España, un día de júbilo para la Europa de la zona Euro, un glorioso
alzamiento nacional promovido por las gentes de su partido, que dando fe de su
patriotismo propio de nuestra tierra de quijotes y cruzadas supieron colocar
una pica, si no esta vez en Flandes, si en Bruselas, dando fuertes puñetazos en
la mesa, haciendo ostentación de nuestra credibilidad, fortaleza y valores
patrios salvaron la sagrada causa del Euro.
¡Honor y Gloria a nuestros
próceres! Ya que ellos han conseguido, según nos han contado, la nada
despreciable cifra de cien mil millones de euros a modo de premio gordo de la
lotería que no nos va a costar ninguna contrapartida a los ciudadanos ni
ninguna intervención de los ávidos mercaderes, que al final no han resultado
tales, sino almas caritativas dispuestos a echar unas manos a unos colegas.
¡Todo sea por la banca!, todo sea
porque los perros rabiosos a los que tanto tememos como son los mercados, no
nos muerdan, ofrezcámosles comida en lugar de resistencia, abrámosles las
puertas de nuestras casas y las de nuestras despensas , para que coman, para
que así mientras tengan el hocico en el plato no se dediquen a ladrar
amenazadoramente en el umbral de nuestro hogar, para que no meen en nuestros
muros para marcar su terreno.
Mariano, ¡Cómo has cambiado desde
que te has asegurado unas líneas en los
libros de historia como presidente del gobierno de España!, Te ha costado, la
verdad, has estado a punto de no conseguirlo, pero bueno, los vientos se
tornaron favorables a tus ambiciones, sin costarte ningún esfuerzo,
aprovechándote del desgaste de los demás, de una carga (¡ya te llegarán!) que favoreció
sin que tú ni siquiera tuvieras que pensar demasiado para llevar a cabo tu
ataque feroz, solamente aprovechar las circunstancias, ya que te encontraste,
sin soltar tu puro de las manos, sin costarte ningún trabajo (todos sabemos lo
poco adicto a esta disciplina que eres), habitando en el Palacio de la Moncloa
para tranquilidad de tu rebaño, y para decepción de los que merecen un
bienestar social, una calidad de vida y unos derechos y servicios que costaron siglos conquistar.
¿Recuerdas? (yo si) cuando
estabas en la oposición y decías que ibas a hacer un gobierno en la sombra (esa
sombra y oscuridad que tanto os complace a ti y a los tuyos), y decías que por
aquellos entonces España estaba intervenida y que vuestro partido tenía un
proyecto para que no llegáramos a esos extremos (por cierto, proyecto que no
vimos ni entonces, ni en la campaña electoral ni ahora…)
¿Recuerdas cuantas veces has
dicho que España no necesitaba de ningún rescate ni duro ni blando?
¿Recuerdas que no hace ni una semana
decías que de entrada no hacia ninguna falta apoyo de la zona Euro hacia
nuestros sagrados bancos y que la última palabra la teníais vosotros?
Buscasteis chapuceros métodos de ingeniería financiera
para intentar maquillar lo que se avecinaba cuando salió la la luz el bloof de
Bankia, y al final lo que tenía que ser, bajada de calzoncillos explicaciones
veladas por parte de gente de tu gabinete, y, siguiendo con el maquillaje para disimular en momentos difíciles tu
asistencia al partido de la Eurocopa cual si de caceria real en Botswana se
tratase, comparecencia breve, fugaz, ante los medios para como en los viejos
tiempos, arengar a las multitudes, evitando decir ese “lo siento, no volveré a
hacerlo” que tan reciente tenemos, poner a nuestra nación como faro de
occidente e intentar darnos una tranquilidad que no sois capaces de ofrecernos
con vuestros métodos e ideología.
Aunque me repita, maquillaje,
puro maquillaje, estilismo, cosmética política para tapar unas cicatrices que
más que disimulo necesitarían de un buen y cualificado equipo de cirujanos
plásticos que no se encargara de taparlas y ponerles paños calientes, sino de
curarlas de verdad de modo que no volvieran a rebrotar.
Y no nos cabe la menor duda, esos
salvadores no sois vosotros, porque además de no evitar el peligro de esas
heridas que estamos sufriendo, no sois capaces de enfrentaros a quienes nos las
provocan.
1 comentario:
Que no son gigantes, Javier!!!!
Que no son gigantes, sino molinos!!!
Te veo algo despistado en cierta parte de este artículo.
A ti, como al inhiesto, que no Iniesta, hidalgo caballero, la antipasión que le profesas a Don Mariano te impide ver que sí tenía programa.
Claro que lo tiene!!!
Recurre a eso tan español del donde dije "digo" digo "diego"... y donde antes decía que no, ahora resulta que dije si, o si no lo dije lo digo ahora.
Hagamos un tour por la hemeroteca, revisemos la campaña y ea, ahí lo tenemos...
Tan sólo nos queda revisar la pasada campaña electoral, cambiar los "no" por los "si" y ea, ahí tenemos el oculto cuaderno de bitácora.
Espero que D. Mariano nunca haya fumado del mismo puro que fumaba la casquívana inquilina del tan prontamente olvidado Costa Concordia
Publicar un comentario